El Algarve, la fantástica, preciosa, y turística región del sur de Portugal. Es imposible viajar hasta allí y no fijarse en uno de los más singulares elementos arquitectónicos de sus viviendas, que no es otro que sus chimeneas, con sus auténticos y originales diseños.
La chimenea se ha convertido en el símbolo indiscutible del Algarve (Con permiso de sus playas).Las hay de multitud de formas y tamaños: cubos, prismas, cilindros... Según algunos estudiosos la forma y el tamaño dependían de la comarca donde se ubicaban. Ahora ya mezcladas, son puestas según el gusto del dueño o el diseñador de la casa, sin seguir ningún criterio más que el puramente estético.
No está clara su procedencia. Algunos apuntan a orígenes islámicos, basándose en sus diseños, ya que éstos estuvieron en la región casi quinientos años, pero lo cierto es que no hay nada que confirme esta teoría.
Estudios más recientes y probablemente más acertados, calculan su aparición con posterioridad, en torno a los siglos XVI y XVII, asociando, sus diseños a la influencia que la huella de la cultura musulmana dejo en la región.
Sea cual sea su origen, lo bueno es que la tradición no se pierde y no hay casa o edificio, que no cuente con una o varias chimeneas, aunque éstas ya no tengan el valor que tienen las chimeneas artesanales de las viviendas antiguas, dado que las actuales están hechas en serie, sin tanta elaboración como las antiguas, y eso se nota si nos detenemos a admirar unas y otras.
Algo anecdótico que no se debe dejar de mencionar, es que el valor de la chimenea se medía según los días que se tardase en construir, por lo cual el propietario de la vivienda debía pactar con el maestro de obras los "días de chimenea" que quería, con lo cual, al final, la chimenea era como la huella digital de la vivienda, lo que la hacía diferente a las demás y le daba más o menos categoría.
Como cabe esperar, de una región que ha sufrido un desarrollo urbanístico atroz, sin ningún patrón en su arquitectura y disposición urbanística, si se quieren observar los auténticos ejemplos de arquitectura popular y sus singulares chimeneas, hay que adentrarse un poquito en la región y apartarse de los centros turísticos.
Os recomendamos localidades como Porches, donde a lo largo de la carretera, en una de sus alfarerías, podréis adquirir alguna chimenea, de cualquier tamaño, y llevarla como souvenir, o también localidades como Lolulé, o la típica aldea de Casas do Poço.
Es de justicia reconocer que, aunque es en el Algarve donde más proliferan estos ornamentos, no son exclusivos de esta región ya que también podemos encontrarlas en el vecino Alentejo, e incluso con alguna variación, en Andalucía, en la zona fronteriza.
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